Perros Que Ladran en Exceso

By Trevor Turner, BVetMed, MRCVS, FRSH, MCIArb, MAE.

¿Por qué ladran los perros?perros_que_ladran_en_exceso-1

Una de las quejas más frecuentes de los propietarios y de los vecinos es que el perro ladra demasiado. No obstante, ladrar es natural en el perro y sirve como señal de alarma y de advertencia. Algunos animales también pueden ladrar cuando se separan del grupo o de la familia, así como en momentos de indecisión, ansiedad o frustración. Por último, diversos problemas médicos y la senilidad en perros de edad avanzada también pueden contribuir a que los perros ladren en exceso.

¿Cómo se pueden evitar los problemas con los ladridos?

Socialización y habituación. Debe acostumbrarse al cachorro a tanta gente, animales, situaciones y sonidos distintos como sea posible. Esto reducirá la duración o la intensidad del ladrido de alarma. Los ladridos deberían permitirse sólo para alertar a los propietarios, pero después hay que controlar al perro para que pare antes de que se agite demasiado y esté fuera de control. El control de los propietarios, el adiestramiento y el liderazgo son esenciales.

¿Cómo puedo evitar que el perro ladre cuando me voy?

Se pueden usar técnicas de adiestramiento en jaula en el momento en que se adquiere el cachorro, esto ayuda a reducir la ansiedad cuando el animal se queda solo en la jaula. Hay que acostumbrarlo gradualmente a permanecer sin los propietarios durante periodos de tiempo cada vez más largos. En ocasiones, tener otro perro puede ayudar a que se hagan compañía mutuamente y así reducir las vocalizaciones y los problemas al quedarse solos, pero no siempre funciona.

Mi perro ladra constantemente. ¿Qué es lo que quiere?

Los ladridos en demanda de atención pueden convertirse en un problema y a menudo son reforzados por los propietarios, que hacen caso al perro cuando éste pide atención. Alimentar, acariciar, alabar, jugar, dar un juguete o simplemente acercarse para intentar que se calle, son sólo unos pocos ejemplos de cómo un propietario pueden reforzar el ladrido excesivo sin ser consciente de ello. Este tipo de ladridos nunca deben recompensarse prestando atención al animal.

¿Cómo puedo adiestrar  a mi perro para que esté callado?

Adiestrar al  perro para que se calle cuando se le ordena es muy útil para controlar los ladridos indeseados. Es necesario encontrar los medios más eficaces para que el animal se calle y aplicarlos inmediatamente después de una orden sencilla como "silencio"o "calla" ("quiet" en inglés).

Para enseñar a un perro a que pare de ladrar cuando se le ordena, una de las técnicas más prácticas consiste en enseñarle primero a ladrar a la orden. Deben utilizarse estímulos que hagan ladrar al perro a la vez que se da la orden "ladra". Al cabo de muchas repeticiones, el perro asociará la palabra utilizada (ladra, defiende...) con la acción. Entonces es más fácil que dejen de ladrar simplemente eliminando la señal o estímulo y dando otra orden como "silencio" o "calla" justo antes de que los ladridos disminuyan. Tan pronto como el perro esté en silencio debe recibir una recompensa.

Puede ser muy difícil enseñar a un perro a callarse con una orden si los ladridos son impredecibles o son demasiados intensos.

Otro método para hacer que el animal se calle es esperar hasta que el perro ladre (por ejemplo a que suene el timbre) y, mientras lo hace, pasarle su comida favorita por delante de la nariz. La mayoría de los perros dejarán de ladrar para oler la comida. Al mismo tiempo, hay que usar la palabra elegida como orden para que se calle ("silencio", "calla"...). Cuando el perro se calla, ya que no puede oler y ladrar al mismo tiempo, puede acariciarlo, decirle "muy bien" y darle el premio. También en este caso son necesarias muchas repeticiones para reforzar el aprendizaje.

Otra posibilidad para interrumpir los ladridos consiste en distraer al perro o utilizar mecanismos de castigo (véase más adelante). Uno de los métodos más eficaces es usar un collar de cabeza y una correa larga. Un tirón de la correa desconcierta al perro a la vez que cierra la boca. A continuación, se puede reforzar la conducta silenciosa disminuyendo la tensión y administrando otro refuerzo, como una caricia, halagos o algo de comida, si el perro sigue callado.

¿Qué posibilidades hay de corregir el problema de un perro ladrador?

El pronóstico es normalmente bueno para la mayoría de los problemas de vocalización excesiva, aunque en ocasiones la situación de la casa en la que vive el perro puede dificultar mucho la corrección definitiva del problema. Incluso unos pocos ladridos pueden despertar a un bebé o molestar a los vecinos. Cuando se intenta resolver este tipo de problemas es importante identificar los motivos y circunstancias en que aparece.

¿Qué puedo hacer para corregirlo?

El programa del tratamiento ha de basarse en el tipo de problema, el hogar, la urgencia de la situación y el tipo y grado de control necesarios. Una buena historia del comportamiento es importante para determinar la causa, la motivación y los estímulos potenciales que refuerzan la conducta. El tratamiento debe considerar los siguientes puntos:perros-que-ladran-en-exceso-2

1. Asegurarse de que no se está recompensando al perro de forma inadvertida. Algunos propietarios, al intentar calmar al animal, lo que realmente consiguen es alentarlo a ladrar ya que le dan atención, juego, comida o afecto.

2. A veces puede modificarse el ambiente familiar para que el perro esté apartado de  los estímulos (sonidos o imágenes) que desencadenan los ladridos. La exposición debe minimizarse limitando el espacio del perro a una habitación o  a una jaula lejos de puertas o ventanas, o cubriendo las ventanas para que el perro no pueda mirar fuera. En el caso de que el animal se encuentre en el jardín, se pueden poner vallas más altas o tupidas. Si la causa de los ladridos son sonidos como teléfonos o timbres, deberían cambiarse los sonidos o melodías.

3. Los programas de adiestramiento no son eficaces si no se establece un buen control primero. Antes de empezar el adiestramiento para controlar los ladridos, deben aumentarse los periodos de juego y ejercicio, adiestramiento en jaula, uso de collares de cabeza y clases de obediencia.

4. Cuando el propietario tiene suficiente control y el perro responde a las órdenes de obediencia, no será difícil enseñarle a que deje de ladrar cuando se le ordena. Para ello pueden utilizarse diferentes técnicas basadas en recompensas, señuelos de distracción o usando collares de cabeza y correas. En todos los casos, las recompensas deben darse tan pronto como cesan los ladridos, para que el perro aprenda que estando callado obtiene una recompensa.

5. En cuanto el animal responde de forma consistente a la orden de silencio, puede empezarse el programa de readiestramiento en presencia de los estímulos (personas, otros perros, sonidos) que provocan el ladrido. El estímulo debe ser de baja intensidad al principio (por ejemplo, otros perros a distancia) y las sesiones han de repetirse muchas veces antes de ir aumentando la intensidad de forma progresiva. Aunque se trata de un adiestramiento eficaz, los progresos pueden ser lentos y llevar mucho tiempo.

6. Los animales que ladran por otras razones (por ejemplo, miedo o ansiedad por separación) necesitan tratamiento para el problema subyacente.

¿Debo castigar al perro si sigue ladrando?

Los castigos no suelen ser eficaces en el control y corrección de los problemas de vocalización excesiva. Un castigo demasiado severo puede aumentar la ansiedad y empeorar el problema, mientras que un castigo leve suele reforzar la conducta, ya que le proporciona atención al animal.

¿Qué son los collares antiladridos? ¿Son efectivos? ¿Son crueles?

Los collares que se activan con el ladrido pueden ser útiles en circunstancias específicas. Los collares en sí no son crueles, pero según como se utilicen pueden afectar al bienestar del animal. Los collares de adiestramiento ultrasónicos y audibles son eficaces sólo ocasionalmente y no son lo bastante aversivos ni consistentes para considerarlos elementos disuasorios fiables. Los collares que vaporizan esencias (citronela) cada vez que el perro ladra, interrumpen la conducta y dan la oportunidad al propietario para reforzar la conducta apropiada, pero no deben utilizarse en casos en los que el animal ladra por ansiedad o por miedo. Tan pronto como los ladridos cesan, hay que redirigir y animar al perro a realizar un comportamiento alternativo más adecuado. Los collares que emiten descargas eléctricas pueden ser muy peligrosos en  manos inexpertas y no se recomiendan para el público en general. Además del peligro potencial de lesiones físicas y psicológicas, una descarga eléctrica no disuade a un perro que está altamente motivado a ladrar. En casos muy graves debería consultarse a un profesional experimentado.

Los collares antiladridos sólo funcionan si los perros los llevan puestos. La mayoría de los perros aprende a distinguir cuándo llevan el collar y cuándo no, por lo que continúan ladrando cuando no lo llevan.

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