Perros Que Tiran de la Correa, Persiguen o Saltan Sobre la Gente

By Trevor Turner, BVetMed, MRCVS, FRSH, MCIArb, MAE.

¿Por qué tira de la correa mi perro?perros-que-tiran-de-la-correa-persiguen-o-saltan-sobre-la-gente

Hay perros que tiran demasiado de la correa porque son especialmente juguetones, les gusta explorar e investigar el entorno y se sienten atraídos por muchos estímulos (niños, otros perros, etc.). Cuando se intenta retener la correa hacia el propietario para ejercer mayor control, el perro se resiste y tira hacia adelante con más fuerza, ya que los perros tienden a tirar en dirección contraria a la presión. Los animales con más tendencia a tirar de la correa son los que presentan respuestas de agresividad ante ciertos estímulos (por ejemplo, otros perros) y los que sienten impulsos de perseguir o cazar (por ejemplo, ciclistas o corredores). Hay que tener en cuenta que cuando los perros llevan la correa, hay más probabilidades de que exhiban una respuesta de agresión defensiva y se abalancen sobre los estímulos que tienen lugar a su alrededor para intentar ahuyentarlos. Por el contrario, los perros miedosos que no quieren salir a la calle, tienen tendencia a tirar en dirección a casa.

¿Cómo se puede controlar este problema?

Es frustrante para el propietario no poder disfrutar de un paseo con su perro porque éste no para de tirar de la correa. Para evitarlo, se puede enseñar la orden de "al talón" a los perros mediante premios y recompensas. Hay que empezar el adiestramiento en un entorno en el que el éxito esté asegurado, utilizando un collar y una correa y ofreciendo recompensas que motiven mucho al animal. El primer paso consiste en enseñarle a caminar al lado del propietario. Durante las primeras sesiones es importante que no haya distracciones, para que la atención se dirija a las recompensas. Lo mejor es dar 1-2 pasos cada vez y mantener al perro en la posición correcta, no intentar hacer un recorrido demasiado largo. A medida que el animal aprende "donde" tiene que mantenerse con relación al propietario, pueden darse unos pocos pasos más e ir aumentando progresivamente. Hay que disponerlo todo para que la sesión tenga éxito. Para ello es recomendable esconder trocitos de comida a la altura del muslo de modo que la nariz del perro se mantenga en esa posición. Si el animal empieza a tirar, se le deja seguir hasta el máximo alcance de la correa mientras el adiestrador se mantiene quieto. Tan pronto como el perro se da cuenta de que no le esta siguiendo y se gira, se empieza a andar hacia atrás (mirando en la misma dirección) y se le anima a volver  llamándolo y ofreciéndole premios. Una vez el perro ha vuelto al lado del propietario -y sólo entonces-  se puede caminar hacia delante de nuevo. Si el perro vuelve a tirar, hay que repetir el proceso.

El collar de cabeza es uno de los mejores métodos para conseguir un control inmediato. Si se tira de la correa que va unida al collar, se consigue que el perro gire la cabeza hacia el propietario; si se tira hacia arriba y adelante, el perro irá hacia atrás y se sentará. Una vez se consigue que el perro se mantenga en la posición deseada, se destensa la correa y se le da un  premio.

Otra opción consiste en utilizar un arnés especial para evitar que el perro tire. Son arneses que se ajustan al cuerpo del animal alrededor de las patas delanteras y permiten controlar las patas y el cuerpo. Aunque estos arneses no ofrecen el mismo control que los collares de cabeza, son más fáciles de utilizar y no se requiere un entrenamiento previo para usarlos.

Mi perro intenta cazar y me preocupa que pueda hacerse daño, ¿qué puedo hacer?

La persecución y el intento de dar caza a presas es una conducta normal en los perros, sobretodo en determinadas razas. Otras tienen más tendencia a perseguir intrusos (personas u otros perros) en su propiedad.

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Cuando los intrusos se alejan, el perro cree que ha conseguido su propósito, lo que hace que la conducta se refuerce. Para controlar las conductas de caza o persecución es necesario adiestrar al perro para que haga algo diferente en esas situaciones. Gritarle "no" y castigarle no modificará una conducta que tiene una alta motivación y puede incluso empeorar el problema.

Si el perro ha presentado estas conductas durante poco tiempo, es más difícil corregir el problema. Es necesario un programa de desensibilización y contra-condicionamiento para cambiar la conducta. El proceso consiste en enseñar al perro a sentarse y estar quieto para conseguir una recompensa, mientras se van introduciendo gradualmente los elementos que eran objeto de la persecución. Para empezar es recomendable introducir objetos que el perro no suele cazar o perseguir y pasar a objetos más tentadores con el tiempo. Si el problema es grave, puede ser necesario consultar con un adiestrador profesional. También en este caso, utilizar una correa y un collar de cabeza es la forma más práctica y eficaz de asegurarse que el perro esté sentado y quieto en presencia del estímulo. También se pueden utilizar recompensas muy atractivas (comida o juguetes) para hacer que el perro se siente y se mantenga quieto.

Mi perro corre hacia la puerta y salta sobre la gente cuando entran a casa, ¿qué puedo hacer?

Las carreras hacia la puerta cada vez que suena el timbre son otro comportamiento habitual que preocupa a los propietarios. Para resolver este problema hay que empezar por enseñar al perro a sentarse y estar quieto cuando no hay distracciones (gente llamando a la puerta). El adiestramiento se realiza cerca de la puerta (en el recibidor) y se premia con recompensas en forma de comida. Cuando el animal haya aprendido la conducta adecuada y responda de forma consistente, las recompensas se van espaciando poco a poco. A continuación, se practica la respuesta del perro al timbre con la ayuda de familiares y amigos que vengan a la casa a horas predeterminadas. Por último, cuando el perro responda bien con gente que conoce, se practica con desconocidos. Se mantiene al perro con una correa y se le hace sentarse y estar quieto mientras el invitado llama a la puerta y entra (una correa unida a un collar de cabeza es una forma muy eficaz de controlar al animal durante este proceso). Si la conducta de correr hacia la puerta va acompañada de agresión, debe solicitarse la ayuda de un profesional.

Si además se entrena al perro para que se siente antes de que lo acaricien, se está potenciando también que el perro no salte sobre la gente.

¿Cómo puedo evitar que el perro salte sobre mí o sobre otras personas?

Para muchos perros, saltar sobre la gente forma parte del ritual de bienvenida. Los propietarios intentan a menudo eliminar esta conducta pisando las patas del perro o poniéndole la rodilla en el pecho entre otras técnicas; pero aun así, la conducta continúa. Para resolver el problema es necesario plantearse qué es lo que motiva al perro a saltar y qué es lo que refuerza la conducta para que continúe.

Por lo general, los perros saltan para saludar a la gente. A muchos de ellos les gusta saludar "cara a cara" como hacen con sus homólogos caninos. Para la gente, en cambio, puede resultar una conducta inaceptable o desagradable. El tratamiento no debe dirigirse a castigar la conducta, sino a encontrar formas de enseñar al perro una postura de bienvenida adecuada. Para la mayoría de los propietarios, esta postura sería la de sentado, que se puede premiar con comida o halagos. Una vez perfeccionada la postura para saludar con el propietario y los miembros de la familia, se puede intentar con invitados. Se hace sentar al perro y se le mantiene quieto mientras la gente entra y le da un premio. Si se levanta, se le vuelve a colocar en posición y se intenta de nuevo.

Otra forma de enseñar esta conducta consiste en quedar con los invitados para que vengan  a horas previamente acordadas. Cuando llega la primera persona a la puerta, se ordena al perro que se siente, y sólo entonces se dejar entrar a los invitados. El perro debería mantenerse sentado mientras las personas entran, le dan un premio al pasar y van a sentarse. Si es posible, los invitados deberían salir pocos minutos después (preferiblemente por una puerta trasera) y repetir el proceso. La segunda entrada será más fácil, ya que el perro acaba de ver a la persona y los elementos de excitación y novedad se han reducido. Si se puede repetir el la secuencia 4-6 veces con cada visita, el perro tendrá muchas oportunidades para aprender la nueva tarea.

Una vez que el propietario ha entendido la motivación del perro y éste ha aprendido la nueva tarea, hay que identificar todos los refuerzos de la conducta. Si el perro consigue atención al saltar sobre la gente, continuará saltando. La atención puede presentarse en forma de caricias, palmadas, intentar pararlo (le parece que es juego) e incluso suaves reprimendas que pueden, paradójicamente, reforzar a un perro que realmente quiere atención. Para modificar esta conducta es imprescindible necesita eliminar TODOS los refuerzos, lo que implica no mirar, hablar, tocar o interactuar de ningún modo con el animal cuando salta sobre el propietario o sobre otras personas.

Si quiere utilizarse el castigo, ha de ser RÁPIDO y humanitario. Por lo general se utiliza algún tipo de mecanismo que produzca un sonido muy fuerte y tan pronto como el perro vacila, se le da la orden del comportamiento alternativo para que pueda ser recompensado por hacerlo bien. La mayoría de los perros aprenden rápidamente que para evitar el sonido tienen que sentarse. Una vez se ha establecido la conducta con el propietario, es el momento de introducir a los invitados, que continuarán saliendo y volviendo a entrar a la casa hasta que el perro se siente para recibir su premio sin dudar.

A algunos propietarios les gusta que su perro salte sobre ellos en determinadas situaciones. Esta conducta es perfectamente aceptable, siempre que no sea el perro el que elija los momentos. Idealmente hay que enseñar al animal a saltar en respuesta a una orden. Así se mantiene la conducta bajo control verbal y puede decidirse cuándo está permitida.

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