¿Qué es un disco? ¿Cuál es su función?
La médula espinal es uno de los órganos más importantes y sensibles del cuerpo. Si sufre una lesión, las células nerviosas no se regeneran y serán reemplazadas por tejido fibroso o cicatricial. Las lesiones de la médula espinal normalmente resultan en un daño permanente e irreversible. Para protegerse de cualquier lesión, la médula espinal discurre a través de un canal óseo, de forma que está protegido por hueso en todo su recorrido excepto en aquellos puntos donde se unan las vértebras. Estas uniones están rellenas de una especie de cojines de goma llamados discos intervertebrales. La disposición de las vértebras de forma individual y los discos intervertebrales van a permitir los movimientos de la espalda sin que los huesos entren en contacto con la médula espinal. Esta protección extrema de la médula espinal refleja su importancia y su fragilidad.
¿Qué significa que un disco se rompa y cómo se produce?
“Los discos están compuestos por dos partes.”
Los discos están compuestos por dos partes. La parte externa que recubre (anillo fibroso) que es cómo una cáscara gruesa. Esta formado por una serie fibras que protegen y contienen la parte central (núcleo pulposo). El disco es más delgado en la parte de arriba. Esta área más delgada está situada justo por debajo de la médula espinal. La parte central del disco es mucho más blando que la parte externa y tiene la consistencia de una pasta de diente espesa.
La enfermedad degenerativa del disco provoca una degeneración espontánea de la parte externa del disco, resultando en una rotura repentina del disco o herniación (también llamado “extrusión”). Esta rotura puede no estar relacionada con un trauma, aunque la mayoría de veces está relaciona con un evento traumático, como una caída o un salto. Aunque el trauma sea la causa de la rotura del disco, el disco se rompe porque ya hay una degeneración crónica. La mayoría de perros con enfermedad del disco degenerativa tienen una edad media, entre loas tres y siete años. Existe una predisposición genética de la enfermedad. Ciertas razas como los teckel, caniche, pekinés, lhasa apso, pastor alemán, doberman y cocker spaniel tienen altas incidencias de la enfermedad degenerativa del disco.
“Debido a que la médula espinal está encajada dentro de su canal óseo, no puede moverse de la presión y queda ‘pinzada’.”
Cuando la capa externa degenera, se puede romper permitiendo que la parte central del disco se escape. Debido a que la parte más delgada del disco es la que está más próxima a la médula espinal, el material que se escape sale habitualmente hacia arriba presionando la médula espinal. Debido a que la médula espinal está encajada dentro de su canal óseo, no puede moverse de la presión y queda ‘pinzada’.
¿Cómo afecta la extrusión del disco a la médula espinal?
La médula espinal es como un cable de teléfono que lleva miles de pequeñas fibras. Cuando se aplastan, la transmisión de la información a través de la fibras es lenta o incluso se para. Cuando un disco degenera y se rompe, el material que protuye aplastará la médula espinal y los nervios que salen de ella (nervios espinales). La presión de los nervios espinales produce dolor. La presión sobre la médula espinal resulta en dolor y/o pérdida de la transmisión de la información provocando parálisis completa o parcial.
La mayoría de roturas del disco tienen lugar a nivel bajo o medio de la espalda. Sin embargo, algunas también pueden ocurrir en el cuello. Las lesiones en la espalda suelen producir dolor grave y parálisis, mientras que las lesiones del cuello sólo suelen producir dolor sin parálisis. Si la parálisis afecta a las cuatro extremidades, la lesión la localizaremos en el cuello normalmente. Aunque debido a la distribución que tienen las fibras en la médula, en ocasiones, lesiones en el cuello pueden afectar inicialmente a las extremidades posteriores y no a las anteriores.
¿Con que rapidez puede degenerar y romperse un disco intervertebral?
La degeneración del disco ocurre relativamente lenta y una rotura suele producirse lenta y gradualmente, de forma que el material discal escapa lentamente del disco durante varios días o semanas. En estos casos, el perro suele tener episodios de dolor, evitando moverse. Pueden estar letárgicos durante varios días hasta que la lesión cicatriza. Muchas veces esto ocurre sin que el propietario se de cuenta.
“Algunos perros pueden pasar de estar caminando a estar totalmente paralizados en menos de una hora”.
Sin embargo, los discos también pueden romperse de forma muy aguda. Algunos perros pasan de estar caminando a estar totalmente paralizados en menos de una hora.
¿Cómo se diagnostica un disco protusionado?
Se puede hacer un diagnóstico presuntivo de enfermedad discal basándonos en la historia del perro. Signos de dolor cervical o en la espalda, caminar incordiando o parálisis, con o sin historia de trauma reciente. Si además el perro es una de las razas con alta incidencia, esta enfermedad estará en la cabeza de la lista de las posibles causas de los síntomas del paciente.
“..puede realizarse una mielografía.”
En algunos casos, unas radiografías simples (rayos-X) pueden ayudar en el diagnóstico. Sin embargo, las radiografías simples no suelen mostrar anormalidades ya que ni la médula espinal ni el disco intervertebral pueden verse en las radiografías. Si el diagnóstico es dudoso o si el paciente necesita cirugía, puede realizarse una mielografía. Este procedimiento consiste en inyectar un contraste especial alrededor de la médula espinal del perro anestesiado y realizar entonces una serie de radiografías. El contraste seguirá la línea de la médula espinal. Cualquier interrupción de esta línea significa que en ese punto hay una presión de la médula espinal. Si se tiene acceso, una tomografía axial computerizada (TAC) o una resonancia magnética nuclear (RMN) pueden usarse para el diagnóstico de la herniación del disco intervertebral.
¿Cómo se sabe si la presión es debida a un disco intervertebral o a otra cosa?
Existe la posibilidad de que la presión esté provocada por un hematoma o un tumor. Aunque ambos casos son posibles, son raros, especialmente si se comparan con la incidencia de la rotura del disco. Si el paciente es una raza con alta predisposición y la parálisis se ha producido de forma aguda sin historia de trauma importante, existe una posibilidad aproximadamente de un 95% de que los signos clínicos estén causados por una rotura del disco. Sin embargo, el diagnóstico no será definitivo hasta que se realice la cirugía.
¿Todas las roturas de disco son tratadas de forma quirúrgica?
No necesariamente. El tratamiento recomendado se basa en el estadio de la enfermedad:
- Estadio I produce dolor leve y normalmente se corrige sólo en pocos días.
- Estadio II produce dolor grave en el cuello o en las lumbares (zona baja de la espalda).
- Estadio III produce parálisis parcial (paresia) y resulta tambaleo o movimientos incoordinados.
- Estadio IV causa parálisis pero se mantiene sensibilidad.
- Estadio V causa parálisis y pérdida de la sensibilidad.
Estos estadios tienden a solaparse en algunos perros y algunos perros pueden pasar de un estadio a otro en horas o días. Los perros en estadio II y III normalmente se tratan con antiinflamatorios, analgésicos y restricción del ejercicio. Si el dolor o la pérdida de movimientos coordinados persisten después de cuatro a siete horas de tratamiento o si el estado neurológico empeora, hará falta cirugía. El tiempo de reposo variará según la condición del paciente.
Los perros en estadio IV necesitarán cirugía, ya que sólo un pequeño porcentaje se recupera sin cirugía. Los perros en estadio V deberían someterse a cirugía inmediatamente. Cuanto antes se realice la cirugía, mejor será el pronóstico. Idealmente, estos perros deberían someterse a cirugía durante las primeras 24 horas desde el inicio de la parálisis.
¿Cuál es el objetivo de la cirugía?
“El objetivo de la cirugía es eliminar la presión sobre la médula espinal.”
El objetivo de la cirugía es eliminar la presión sobre la médula espinal. Si el disco roto está en la parte baja de la espalda, se realizará una “ventana” (llamada fenestración) a un lado de la vértebra para exponer la médula espinal. Esta ventana permitirá la liberación del material discal eliminando así la presión sobre la médula. Si la rotura del disco tiene lugar en el cuello, también se abrirá una ventana en el hueso de la vértebra para exponer la médula espinal. Esta ventana puede hacerse por arriba o por abajo, según la situación del disco o la preferencia del veterinario.
¿Cuál es el éxito de la enfermedad discal con o sin cirugía?
¿Cuándo sabremos si la cirugía ha funcionado?
Desafortunadamente, el éxito no puede determinarse inmediatamente. El retorno a la funcionalidad neurológica, capacidad para caminar y liberación del dolor pueden no producirse hasta después de varios días e incluso semanas después de la cirugía.
¿Cuándo puede mi perro volver a casa?
Después de la cirugía, su perro necesitará hospitalización durante varios días. En perros paralizados el control de la vejiga de la orina y del intestino pueden perderse. Lo mejor para su perro es mantenerse hospitalizado hasta que recupere el control de estas funciones. Generalmente la mejor opción es no alargar la hospitalización más allá de los siete días porque para volver a recuperar la capacidad de andar también son necesarias la motivación y el ejercicio. Debido a que la motivación es una parte importante del proceso de recuperación, le animamos a que visite su perro unos días después de la cirugía.
“La recuperación depende de cuatro factores: si el daño fue permanente antes de la cirugía, si la cirugía ha liberado la presión lo suficientemente rápido, si puede realizarse fisioterapia a casa y si el perro tiene la motivación suficiente para moverse.”
Si la parálisis estaba presente antes de la cirugía, es posible que su perro aún no sea capaz de andar en el momento del alta. Se le darán instrucciones detalladas sobre los cuidados que tiene que tener en casa. La recuperación depende de cuatro factores: si el daño fue permanente antes de la cirugía, si la cirugía ha liberado la presión lo suficientemente rápido, si puede realizarse fisioterapia a casa y si el perro tiene la motivación suficiente para moverse.
¿Puede mi perro sufrir una herniación otra vez?
La respuesta es “sí”. Sin embargo, como se ha discutido antes, no todas las herniaciones discales requieren cirugía.
¿Qué ocurre si la mielografía es normal?
El objetivo de la mielografía es identificar la presión en la médula espinal. Si la mielografía es normal, no hay presión sobre la médula espinal. Esto tiene varias consecuencias. Primero, la cirugía no es habitualmente necesaria. Segundo, su perro tiene alguna de las siguientes enfermedades:
Shock espinal. Es una pérdida temporal de la función espinal que se asocia generalmente con trauma. Esto ocurre de forma repentina y es semejante a lo que ocurre con una conmoción cerebral. Puede llevar a una lesión permanente o a una recuperación completa. La recuperación del shock espinal generalmente tiene lugar a las pocas horas o pocos días.
Embolismo fibrocartilaginoso. En esta enfermedad, una pequeña cantidad del material discal se rompe y llega hasta los vasos sanguíneos de la médula espinal. Cuando los vasos se estrechan, el material discal la obstruirá, privando a ciertas áreas de la médula espinal de riego sanguíneo. Sin un aporte sanguíneo suficiente, este segmento de la médula espinal muere, provocando parálisis. La cirugía no ayudará a estos perros ya que no hay presión que liberar. Con frecuencia, la parálisis envuelve solamente una extremidad posterior o hay una extremidad más afectada que otra. Puede recuperarse completamente en unos días o semanas, o puede quedarse una lesión neurológica permanente. El diagnóstico de embolismo fibrocartilaginoso está basado en los signos clínicos y una mielografía normal. Desafortunadamente, sólo se puede realizar un diagnóstico definitivo con un biopsia de la médula espinal postmortem.
Mielopatía degenerativa. Es una enfermedad en la que hay una muerte lenta de la médula espinal. El resultado es una parálisis progresiva que empieza con que el perro arrastra los pies de las patas posteriores. Este problema de las patas se llama “déficit propioceptivo” y puede mostrar que las uñas de las patas posteriores estén muy desgastadas ya que las arrastran en cada paso. Esto puede progresar a debilidad del tercio posterior hasta parálisis. Normalmente pasan varias semanas hasta que aparece la parálisis. Normalmente aparece en perros de raza grande, especialmente pastores alemanes. Por eso muchas veces nos referimos a esta enfermedad como la “enfermedad del pastor alemán” o “enfermedad alsaciana”. No existe tratamiento y en última instancia causa pérdida de la funcionalidad de la vejiga y del intestino. El diagnóstico de la mielopatía degenerativa está basado en los signos clínicos, raza y una mielografía normal. La confirmación requiere una biopsia de la médula espinal tras la muerte. (Si quiere más información sobre esta enfermedad, por favor consulte nuestro folleto informativo “Mielopatía degenerativa”.
“Una mielografía normal es un perro con una parálisis progresiva es muy frustante…”
Una mielografía normal es un perro con una parálisis progresiva lenta es muy frustante porque las dos enfermedades posibles, embolismo fibrocartilaginoso y mielopatía degenerativa, no pueden confirmarse sin necropsia (autopsia en animales).