¿Qué es la próstata?
La próstata es una glándula localizada cerca del cuello de la vejiga urinaria de los machos. La uretra pasa a través de ella justo a la salida la vejiga. Su función consiste en producir algunos fluidos que forman parte del semen canino.
¿Cuáles son los síntomas de una enfermedad prostática?
En la mayoría de las enfermedades prostáticas la glándula aumenta de tamaño y, dado que la uretra pasa a través de ella, se ve comprimida y se dificulta la micción. Es raro que se dé una obstrucción uretral completa, pero los perros afectados orinan con frecuencia y producen un chorro de orina de pequeño diámetro. El colon, que está localizado justo encima de la próstata, también se comprime y se dificulta la defecación. En resumen, un perro con dilatación de la próstata presenta habitualmente una historia de problemas para orinar y/o defecar. Además, algunos animales con enfermedad prostática presentan sangre en la orina.
¿Cuáles son las enfermedades que cursan con aumento de tamaño de la próstata?
Existen por lo menos siete enfermedades que afectan a la próstata.
1. Hiperplasia prostática benigna. Consiste en un crecimiento no cancerígeno de la glándula. Está asociado a una hormona denominada testosterona y es la más habitual de las enfermedades prostáticas.
2. Metaplasia escamosa. Se trata de un crecimiento no cancerígeno de la glándula producido por un exceso de estrógenos. Por lo general, la causa primaria es un tumor productor de estrógenos denominado tumor de células de Sertoli o sertolinoma.
3. Hiperplasia quística. Normalmente es secundaria a hiperplasia prostática benigna o metaplasia escamosa. Es consecuencia de la obstrucción de los conductos que llevan las secreciones prostáticas a la uretra. Como resultado se desarrollan múltiples cavidades rellenas de fluido prostático.
4. Quistes paraprostáticos. Son quistes llenos de líquido que crecen a los lados de la próstata cuando permanecen restos de tejido embrionario que se desarrollaron antes de que el cachorro naciera. El quiste empieza a crecer poco después del nacimiento aunque puede que no cause problemas ni se detecte hasta que el perro tenga varios años de edad.
5. Infección bacteriana. Las bacterias entran a la próstata y la infectan ascendiendo por la uretra desde una infección de la vejiga. Este problema suele ir asociado a una anormalidad prostática previa, como una hiperplasia benigna.
6. Absceso prostático. Es otra forma de infección bacteriana. Si los conductos de drenaje se obstruyen, las bacterias quedan atrapadas en la próstata formando un absceso, que es simplemente un foco de infección rodeado de una pared de tejido.
7. Cáncer prostático. Es un problema mucho menos frecuente que los anteriores. Puede guardar relación con hormonas producidas en los testículos, las glándulas adrenales, o la hipófisis o puede aparecer sin que tenga relación alguna con ningún tipo de hormona.
¿Cómo se diagnostican?
El primer paso en el diagnóstico es determinar si la próstata ha aumentado de tamaño. Para ello se realiza una palpación a través de la pared abdominal o a través de la pared rectal. El diagnóstico puede confirmarse con radiografías o mediante un examen ecográfico.
Dado que hay tantas enfermedades prostáticas, se han de realizar diversas pruebas para distinguirlas. Entre ellas se hacen cultivos de orina, un examen microscópico de las células presentes la misma, y un examen microscópico de las células del fluido prostático o de la misma próstata. Las muestras de líquido prostático se toman introduciendo un catéter uretral hasta la altura de la próstata y masajeándola para exprimir el fluido. Las muestras de células prostáticas se obtienen mediante aspiración o biopsia con aguja a través de las paredes abdominal o rectal. Si el aumento de tamaño de la próstata es importante se puede realizar el aspirado a través de la pared abdominal; en caso contrario se recomienda el acceso transrectal. Las muestras por aspiración se toman con una aguja de pequeño tamaño y permiten obtener un número limitado de células que en ocasiones es adecuado para el análisis y otras veces no. Las biopsias con aguja se obtienen con una aguja de gran calibre que se introduce en la próstata con la ayuda de radiografías o ecografía. Mediante la biopsia se obtiene un fragmento de tejido que permite al patólogo realizar un diagnóstico más preciso.
¿Cómo se tratan?
1. Las enfermedades que implican infecciones primarias o secundarias se tratan con una terapia intensiva de antibióticos. Muchos antibióticos llegan con dificultad a la próstata y es posible que el tratamiento deba prolongarse durante varias semanas. Hay que tener en cuenta que la mayoría de las infecciones son secundarias a otras enfermedades y que el tratamiento de la infección es sólo una parte de la terapia.
2. Las enfermedades asociadas a niveles excesivos de hormonas son la hiperplasia prostática benigna, la metaplasia quística y la hiperplasia quística. Dado que le testosterona y los estrógenos se producen en los testículos, la castración es por lo general muy eficaz en todos estos casos. La próstata suele recuperar su tamaño normal alrededor de cuatro semanas después de la cirugía.