¿Existen diferentes tipos de parásitos internos?
En general, hay dos tipos de parásitos internos que afectan al perro. En primer lugar están los nematodos o gusanos redondos, de los cuales Toxocara canis (el gusano redondo intestinal más común) y Diarofilaria immitis (el gusano cardiaco) son los principales ejemplos. En segundo lugar tenemos los cestodos o gusanos planos, de los cuales Dipylidium caninum y las especies Taenia y Echinococcus son ejemplos importantes. En algunas regiones también son importantes otros parásitos, como los Ancylostoma spp.
¿Son graves las infecciones parasitarias en el perro?
En perros adultos, tanto los gusanos planos como los redondos sólo suponen riesgo para la vida cuando el animal infectado está débil o inmunodeprimido.
En España, la enfermedad provocada por los gusanos del corazón tiene una distribución desigual y aunque es relativamente frecuente en algunas zonas, en otras regiones apenas se diagnostica ningún caso. En otros países, como Estado Unidos, esta enfermedad se considera una de las más importantes en la clínica de pequeños animales. Es muy prevalente en los estados del este, en especial en Florida, pero también está presente en todo el sur de Europa y el este de Australia.
En animales jóvenes los gusanos gastrointestinales pueden llegar a ser un problema grave.
Gusanos redondos (no requieren un hospedador intermediario).
Los nematodos (gusanos redondos) viven libremente en el intestino. Cuando están presentes en grandes cantidades pueden retrasar el crecimiento, causar graves indisposiciones digestivas y provocar una formación de gas excesiva. Es típico que los animales afectados presenten distensión abdominal. Los gusanos redondos se pueden transmitir por vía directa de perro a perro a través de huevos.
¿Y qué pasa con los gusanos planos?
Este tipo de parásito requiere un hospedador intermediario.
Dipylidium caninum, el gusano plano más común en Gran Bretaña y los Estados Unidos causa pocos problemas en el hospedador adulto, pero en el cachorro puede provocar trastornos digestivos y retraso del crecimiento. Se transmite mediante la pulga, que es el hospedador intermediario.
Echinococcus spp, otro tipo de gusano plano, es muy importante porque se considera una zoonosis, es decir, que puede transmitirse a personas. Las ovejas, y en ocasiones los humanos, actúan como hospedador intermediario en el que las formas inmaduras del Echinococcus se desarrollan dentro de quistes hidatídicos en diversos órganos. En el caso de las personas los órganos afectados pueden ser los pulmones o el cerebro.
Las medidas de control consisten en la desparasitación periódica del perro y en evitar que coma vísceras poco cocinadas.
Los cestodos, otros gusanos planos, se encuentran normalmente en perros adultos y causan pocos problemas. No obstante y dependiendo del tipo de parásito involucrado, algunos cachorros infestados pueden llegar a sufrir obstrucciones intestinales graves simplemente por el volumen que llegan a ocupar los parásitos
Ancylostoma
Los parásitos del género Ancylostoma spp son unos de los parásitos más patógenos entre los que afectan a los perros. Este parásito tropical, de aproximadamente 1-2cm de longitud, se adhiere a la mucosa intestinal y puede provocar una anemia grave como consecuencia de la succión de sangre. Además, las larvas pueden entrar en el hospedador a través de la boca o la piel, en especial la de las patas. Como resultado de la irritación que se produce a medida que excavan en la piel, pueden aparecer eczemas e infecciones bacterianas secundarias.
Gusanos del corazón
Este tipo de parásitos constituye un problema grave en algunas zonas del sur de Europa y Estados Unidos. Son gusanos grandes que llegan a alcanzar los 16 cm. Se localizan principalmente en el ventrículo derecho del corazón, adyacentes a los vasos sanguíneos. La enfermedad que producen se considera una de las más habituales en pequeños animales en Estados Unidos.
El periodo de desarrollo de la fase adulta es de unos 6 meses tras la infección a través de la picadura de un mosquito que transporta la larva infectiva (microfilaria). Los síntomas típicos son fatiga, tos e incomodidad.