Fármacos
Los medicamentos pueden ser útiles en algunos casos, pero sólo puede prescribirlos un veterinario. No hay que olvidar que deben administrarse para que su efecto se manifieste ANTES de que empiece el ruido o la reacción de pánico del animal. Por norma general, se administran al menos una hora antes del acontecimiento.
Feromonas
También existen difusores que liberan sustancias químicas naturales y que ayudan a tranquilizar al animal. Estas sustancias químicas, denominadas feromonas, son producidas de forma natural por los perros en determinadas situaciones. En ocasiones es suficiente con colocar un difusor en la zona de descanso del perro y dejarlo a oscuras (véase más adelante). Es probable que el animal siga reaccionando a los ruidos e interrumpa su actividad habitual, pero lo hará sin dejarse llevar por el pánico. En caso necesario se puede combinar el uso de fármacos y feromonas, pero ninguno de los dos puede sustituir a un adiestramiento programado para eliminar el problema.
Castigos
Nunca debe castigarse a un perro cuando está asustado. Lo único que se consigue es confirmarle al animal que ha de tener miedo y el problema empeorará.
Tranquilizar
No debe acariciarse ni intentar tranquilizar al perro cuando está asustado, ya que el animal lo considerará una recompensa por su conducta. Aunque sea difícil, hay que ignorar las conductas de miedo.
Alimentación
Durante la época de ruidos es recomendable alimentar al perro con una buena dieta, rica en carbohidratos y con vitamina B6. Si es una sola noche, es preferible darle la comida por la tarde para que tenga el estómago lleno por la noche.
Si el animal es propenso a tener diarrea cuando está asustado o en otras situaciones, debe consultarse al veterinario antes de darle la comida.
Entorno
Es imprescindible comprobar que el entorno es seguro en todo momento. Incluso el perro más apacible puede tener un comportamiento impredecible cuando se asusta y puede autolesionarse en un intento de huída.
¿Puedo hacer alguna cosa para disminuir el impacto de ruidos y destellos procedentes de los fuegos artificiales y petardos?
Cuando empiece la temporada, hay que procurar asegurarse de que el perro se queda en una habitación oscura o con cortinas. Al oscurecer la habitación se eliminan problemas adicionales como los destellos de luz, llamaradas, etc.
Es recomendable ofrecer al animal juguetes con los que esté familiarizado y procurar que no se quede solo en la habitación.
Las puertas y ventanas han de mantenerse cerradas para que el sonido se amortigüe al máximo.
Los sonidos de fondo como la radio o la televisión también pueden ayudar. No han de estar necesariamente a un volumen muy elevado, lo importante es que haya una distracción constante para evitar que el perro se concentre en los ruidos del exterior.
El propietario ha de ignorar los ruidos e intentar involucrar al perro en algún tipo de juego.
Mi amigo tiene un perro que se lleva bien con el mío y que no tiene miedo a los ruidos. Se ha ofrecido a prestarme su perro como ayuda, ¿debo aceptar?
Puede ser una buena estrategia. Mantener los dos perros juntos durante la época de los fuegos artificiales puede ayudar y jugar con el perro que no tiene miedo cuando el otro está asustado puede animar al segundo a jugar y reducir el estrés generado por los ruidos.
No debe ignorarse el problema porque sólo aparece unos días al año. Una vez que ha terminado la temporada hay que empezar un programa de desensibilización para asegurarse de que el perro no se asuste en el futuro. (Se ofrece orientación al respecto en otra hoja informativa).
El difusor de feromonas puede ser útil, pero debe colocarse bastante antes que llegue la época de ruidos. No obstante, en algunos casos puede funcionar incluso si se enchufa sólo un día antes de la situación conflictiva. A partir de ese momento se deja conectado las 24 horas durante el resto de la temporada.