¿Qué es la tiña?
"Tiña" es el nombre común que se le dá a una infección fúngica en las capas más superficiales de la piel, pelo y uñas. En la gente infectada las lesiones presentan una lesión redonda, roja, delimitada por unos bordes elevados a causa de la inflamación. El hongo responsable de la tiña pertenece a un grupo especializado de hongos llamados dermatofitos, que pueden provocar infección tanto en personas como animales. Existen diferentes especies dentro del grupo. Algunos dermatofitos sólo afectan a los humanos, otros sólo afectan a animales, y otros pueden afectar a ambos.
En gatos, la especie de dermatofito responsable de la mayoría de infecciones por tiña es el Microsporum canis. A veces, las infecciones por tiña pueden estar causadas por especies como el Trichophyton mentagrophytes.
¿Qué aspecto presenta una tiña?
Las lesiones de tiña en gatos pueden ser muy leves o incluso indetectables. A veces el único indicador es una descamación que asemeja "ceniza de cigarrillo" en las capas más profundas del pelo. Algunos gatos pueden presentar pérdida de pelo (alopecia) formando áreas circulares con zonas de la piel engrosadas. La pérdida de pelo se produce por un aumento en la fragilidad del pelo infectado. Las áreas donde suelen aparecer las lesiones son la cabeza, tórax, extremidades anteriores y la línea de la espalda. Normalmente no producen picores. También pueden infectarse las uñas. En este caso recibe el nombre de onicomicosis. Las uñas se vuelven muy rugosas, llenas de descamaciones y débiles. La tiña puede causar una enfermedad más generalizada, afectando a muchas áreas del cuerpo. El gato presentará múltiples lesiones alopécicas.
¿Cómo se diagnostica una infección por tiña?
En la mayoría de los casos, la tiña causada por M.canis mostrará una coloración fluorescente amarillo-verdosa cuando se examina la piel y el pelo en una habitación oscura con una luz ultravioleta especial llamada "lámpara de Wood". Sin embargo, no todos los casos presentan una coloración tan clara; los otros tipos de dermatofitos como el Trichophyton mentagrophytes no son fluorescentes. Las secreciones y descamaciones de la piel a veces pueden resultar falsamente positivas.
La confirmación de la tiña requiere un cultivo de los hongos en el laboratorio. Para esto, se necesita tomar muestras del pelo y raspados de la piel. Los resultados pueden tardar hasta cuatro semanas, pero la mayoría de veces podemos ver si una muestra es positiva a los pocos días.
Deberían descartarse otras causas de pérdida de pelo.
¿Cómo se trata una tiña?
Aunque la tiña es una infección autolimitante en muchos gatos, necesita unos tres a cinco meses en resolverse y siempre se aconseja tratar la enfermedad para minimizar el riesgo de contagio a personas, especialmente niños y otros animales.
Existen dos formas de tratar un gato con tiña: la terapia tópica (aplicación de cremas, soluciones y champús) y la terapia oral sistémica (administración de fármacos anti-fúngicos vía oral). Además de tratar y limpiar el ambiente.
- Tratamiento tópico
Puede usarse sólo el tratamiento tópico para tratar la tiña, pero normalmente se usa en combinación con medicación oral. Existen diferentes tipos de productos que se aplican directamente sobre el área afectada de la piel. Si las áreas afectadas son más generalizadas, su veterinario puede recomendarle usar baños con unos champús especiales. Es muy importante que sólo use las preparaciones que recomiende su veterinario específicamente para el tratamiento tópico en gatos.
- Tratamiento oral
En la mayoría de casos de tiña, el tratamiento efectivo requiere la administración de algún tratamiento anti-fúngico oral. El fármaco más usado tradicionalmente es la griseofulvina, aunque han aparecido fármacos nuevos como el itraconazol o el lufeneron. La respuesta de cada gato al tratamiento puede variar, y si el tratamiento se para demasiado pronto, la enfermedad puede recurrir. El tratamiento debería administrarse durante un mínimo de seis semanas y, en algunos casos, se requieren terapias mucho más largas. Si convive más de una mascota en la casa, se puede intentar separar los animales infectados de los no-infectados y tratar sólo los infectados; si esto no es posible, lo mejor es tratar a todos. Su veterinario le aconsejará según las circunstancias de su gato.
Limpieza del ambiente
Los pelos infectados con la tiña contienen muchas esporas fúngicas microscópicas que pueden liberarse al ambiente. Los otros animales y los humanos pueden contagiarse tanto por contacto directo con el gato afectado como por las esporas que hay en el ambiente. De forma que es importante intentar mantener el ambiente libre de esporas. El tratamiento tópico aplicado directamente sobre la piel y pelo afectado puede ayudar a reducir la contaminación del ambiente. Es conveniente restringir el gato a una sola habitación, de forma que será más fácil de limpiar. La contaminación del ambiente puede minimizarse pasando el aspirador en las zonas donde ha estado el gato y debería hacerse tan frecuentemente como séa posible (cada día o cada dos días). También puede usarse lejía diluída sobre el área afectada.
¿Se recuperará mi gato de la infección por tiña?
La mayoría de gatos, si se tratan adecuadamente, se recuperarán de la infección en pocas semanas. Es posible que el aspecto de la piel no cambie durante la primera semana a pesar del tratamiento, pero en la segunda o tercera semana empezaremos a ver un cambio. A veces, y a pesar de que estemos aplicando el tratamiento apropiado, la infección persistirá. Su veterinario le indicará que tratamiento alternativo puede usarse en estas situaciones.
¿Cuál es el riesgo para las personas?
La tiña se transmite fácilmente a humanos, particularmente a niños, y es muy importante tomar las medidas adecuadas para minimizar el riesgo de contagio mientras el gato esté en tratamiento. Si alguna persona de la casa desarrolla lesiones cutáneas, especialmente lesiones rojas redondeadas con los bordes que la delimitan engrosados, deberá acudir al médico inmediatamente. La infección por tiña suele responder muy bien al tratamiento. Sin embargo, las esporas pueden permanecer infectivas en el ambiente hasta 18 meses, y el gato puede re-infectarse.