¿Por qué arañan los gatos?
Para los gatos arañar es un comportamiento normal que tiene al menos 4 funciones diferentes reconocidas: ir eliminando la parte externa de la uña, estirar y poner en forma los mecanismos necesarios para sacar y retraer las uñas, dejar marcas visuales para comunicarse con otros gatos y dejar unas señales químicas olorosas que proceden de unas glándulas de las almohadillas.
Los arañazos no suelen ser un problema para los propietarios de gatos que pueden entrar y salir de la casa, ya que estos animales dirigen los arañazos a objetos de gran tamaño como troncos de árboles o vallas, con frecuencia situados en los límites de su territorio.
En cambio, los gatos que viven principal o exclusivamente dentro de casa tienen más tendencia a arañar los muebles, las paredes, las puertas o trepar por las cortinas. Si se comprende el comportamiento de los gatos y se dedica un poco de esfuerzo al problema, es posible prevenir o evitar esta situación.
¿Qué puedo hacer para que el gato deje de arañar?
No se puede esperar que los gatos dejen de arañar por completo. Los que pueden salir de casa pueden contentarse con los objetos que encuentran en el exterior, pero también puede surgir la necesidad de arañar cuando vuelven a casa. Los que no tienen acceso al exterior también tienen que dar salida a su necesidad de arañar y marcar, por lo que se les debe facilitar una zona específica para ello. De no ser así, el gato buscará por sí mismo esos sitios.
Ya que no se puede evitar que el gato arañe, lo que hay que hacer es redirigir el juego y los arañazos a zonas más apropiadas. Construir o comprar postes para arañar o rascadores, adquirir objetos de juego adecuados y mantener el gato lejos de zonas potencialmente problemáticas es en general suficiente para tratar la mayoría de los casos.
¿Cómo diseño una zona donde mi gato pueda arañar?
Dado que los gatos suelen utilizar postes para marcar y arañar, hay que situar los rascadores en lugares de fácil acceso, y al menos uno debe estar cerca de la zona en la que duerme el gato. El rascador debe ser pesado para que no se caiga y lo bastante alto como para que el gato pueda arañar cuando se estira completamente. Algunos gatos prefieren que tengan esquinas para poder arañar diferentes caras; otros, en cambio, prefieren rascadores horizontales.
Respecto a la textura de la superficie, aunque la mayoría de rascadores comerciales están cubiertos de un material resistente para que duren más, muchos gatos prefieren algún tipo de tejido que quede más suelto, en el que puedan clavar las uñas y que se rasgue cuando lo arañan. En el ámbito casero pueden servir telas viejas de las sillas, trozos de moqueta o un simple tronco. Sea lo que sea, hay que asegurarse de que el gato se sienta atraído por el rascador.
¿Qué hay que hacer para que el gato utilice el rascador?
Un buen método para que el gato se acerque y utilice el rascador es convertirlo en una zona de juego. Las superficies a distintas alturas para que pueda trepar y con juguetes colgando suelen gustar a la mayoría de gatos. También se les pueden dar premios en forma de comida cuando arañen el rascador. En algunos casos, si el animal no muestra señales de miedo o ansiedad, puede se intentar llevar el gato hasta el rascador, pasar su pata suavemente por la superficie y darle un premio.
La mayoría de los gatos, debido a la función de marcaje que realizan al arañar, prefieren los rascadores que se encuentran en zonas de paso. Por eso se recomienda poner uno en el centro de una habitación o cerca de muebles que el gato haya intentado arañar antes. Una vez que el gato utiliza el rascador de forma habitual, se puede ir desplazando poco a poco a zonas menos molestas. Algunos gatos necesitan disponer de varios rascadores distribuidos por la casa.
¿Qué puedo hacer si el gato continúa arañando el mobiliario?
A veces, aún con los mejores planes y los rascadores más elaborados, algunos gatos continúan arañando o trepando en zonas inadecuadas. En esos casos se necesita algo más de esfuerzo, tiempo e ingenio. Lo primero que hay que plantearse es la posibilidad de confinar parcialmente al gato o restringir el acceso a algunas habitaciones. Por supuesto, el rascador y la zona de juego han de disponerse en los espacios a los que el gato tenga acceso. Otra posibilidad consiste en cambiar los muebles de sitio o poner el rascador directamente delante del mueble que recibe los arañazos, procurando que la superficie de rascado sea similar a la del mueble en cuestión. Cortar las uñas correctamente o colocar uñas de plástico postizas también puede ayudar en algunos casos.
¿Cómo puedo castigar al gato cuando araña algo que no debe?
Deberían evitarse todas las formas de castigo físico ya que pueden provocar una respuesta de agresión o miedo del gato hacia el propietario y, como mucho, los gatos aprenderán a no arañar cuando el dueño está presente. Existen diversas formas de distracción indirectas y no físicas que pueden aplicarse cuando el propietario esté fuera de la vista del gato. Así el animal aprende que arañar resulta desagradable incluso cuando el dueño no está presente.
Para disuadir al gato de arañar los muebles, hay que intentar que sean menos agradables. Lo más sencillo es cubrirlos con materiales menos atrayentes, como plásticos. El gato aprovechará para buscar nuevas zonas para arañar que le resulten más atractivas y es entonces cuando hay que intentar que elija el rascador que le hemos preparado.
Trate siempre la causa
El arañado también es una forma de marcaje. Por lo tanto, cuando ocurre dentro de la casa hay que plantearse las posibles causas por las que el gato marca. En muchas ocasiones, este comportamiento va unido a problemas de ansiedad o miedo. Para que el tratamiento sea eficaz es esencial obtener una historia detallada del comportamiento, para abordar así las causas y no sólo los síntomas. Esta es una de las razones por la que en algunos países no se aprueba la cirugía de extirpación de las uñas. El uso de Feliway (feromonas felinas) puede ser útil como parte del tratamiento en gatos que muestren un componente de ansiedad.