Cachorros: Jugar Mordisqueando - Perros

By Trevor Turner, BVetMed, MRCVS, FRSH, MCIArb, MAE.

¿Por qué mordisquea el cachorro?cachorros_jugar_mordisqueando-3

A menudo se cree que el mordisqueo en los cachorros se debe al cambio de dentición, pero con frecuencia se trata de una forma de juego social. Hay que ofrecer a los cachorros muchas oportunidades para jugar. El juego social con las personas puede incluir la persecución de un objeto o una persona o buscar y traer objetos. Aunque los juegos de lucha y de tirar (por ejemplo, de una cuerda) pueden ser divertidos, no son los más indicados, ya que pueden llegar a ser violentos y difíciles de controlar. Los cachorros  tienen que aprender a controlar el mordisco y, de hecho, empiezan a aprenderlo mientras están con el resto de la camada. Han pasar un tiempo practicando comportamientos sociales antes de ser adoptados, pero también es necesario que dispongan de periodos regulares de juego social con otros perros o cachorros de la casa o del barrio cuando se encuentran con el propietario definitivo.

¿Cómo puedo parar el mordisqueo por juego?

Si el animal está recibiendo atención, ejercicio físico y juegos de forma adecuada, se puede intentar adiestrar la inhibición o control del mordisco. Una de las cosas que debe aprender el cachorro es el grado de presión que pueden hacer con la boca sin causar daño. Esta lección es muy importante para la seguridad de las personas, ya que todos los perros pueden morder en algún momento.

¿Cómo se le enseña eso al cachorro?

Durante el juego, si el cachorro A muerde demasiado fuerte al cachorro B, el cachorro B chilla y se va. El mensaje que el cachorro A recibe es que mordiendo tan fuerte el juego termina. Las personas, sin embargo, no suelen transmitir ese mensaje a su cachorro. Al principio, es frecuente que le permitan mordisqueos en brazos o piernas, con lo cual el cachorro asume que se trata de una conducta aceptable.

El mensaje que debería comunicarse es que mordisquear las manos es doloroso. Todo lo que hay que hacer, por parte de toda la familia, es emitir un brusco "ay", interrumpir el juego y dejar de prestar atención al cachorro cuando éste muerde o presiona con demasiada fuerza al jugar. Así aprende que los mordiscos son dolorosos y que provocan la interrupción del juego. Si el cachorro persiste y repite la conducta inmediatamente, hay que salir de la habitación y cerrar la puerta, para  enseñarle que el mordisqueo implica falta de atención.

¿Que pasa si esto no funciona?

Se han sugerido otras técnicas para solucionar este problema, alguna de las cuales implica ejercer una disciplina rígida, como dar una palmada en la base de la barbilla o cerrarles la boca. Hay que tener en cuenta que el dolor puede desencadenar una agresión y hacer que el cachorro sea más ansioso, más miedoso o a veces más excitable. Otra complicación añadida a estas técnicas es que no resulta fácil coger a un perro nervioso y algunos cachorros malinterpretan los intentos de castigo de los propietarios, lo que conduce a un aumento de la conducta indeseada. Por estos motivos no es recomendable utilizar métodos físicos.

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El uso de un collar de cabeza  unido a una correa permite al cachorro jugar, mordisquear y masticar, pero es fácil controlarlo mediante un rápido tirón de la correa si muerde demasiado fuerte. Además, gracias al diseño del collar se cierra la boca sin necesidad de utilizar fuerza física. Si al mismo tiempo se le dice "no muerdas" muchos perros asociaran rápidamente el significado de la orden. Tan pronto como el animal para y se calma, el propietario puede permitir que se reanude el juego.

Recuerde que jugar mordisqueando es un componente del juego en los cachorros, y que jugar es una forma de interacción social. Es importante, aceptar que el cachorro está intentando jugar, y que eso es una parte importante en el desarrollo de las habilidades necesarias para vivir. El problema es que  hay formas de juego inaceptables y el cachorro tiene que aprender cuáles son. Para asegurarse el control, ha de ser el propietario y no el cachorro el que inicie y termine las sesiones de juego. Una estrategia segura cuando el juego empieza a ser demasiado brusco consiste en interrumpir de inmediato la sesión, irse y dejar al cachorro solo el tiempo suficiente para que se calme. Si al reiniciar el juego el cachorro vuelve a jugar sin control, hay que dejarlo solo de nuevo. La soledad social es un arma eficaz para resolver problemas de mala conducta social. Aunque sea tentador coger al cachorro y sacarlo de la habitación, esta interacción puede ser considerada por el cachorro como parte del juego y el mordisqueo puede continuar mientras se aplica el castigo.

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