Collares de Cabeza - Perros

By Trevor Turner, BVetMed, MRCVS, FRSH, MCIArb, MAE.

¿Por qué es conveniente que mi perro se acostumbre a los collares de cabeza?collares-de-cabeza

Los collares de cabeza se utilizan como alternativa a los collares convencionales porque tienen muchas ventajas. Por un lado, permiten conseguir un mejor control del animal con menos esfuerzo; por otro lado, los perros que tiran demasiado con los collares tradicionales pueden lesionarse el cuello y, aunque los collares de cabeza tampoco deberían utilizarse cuando este tipo de lesiones ya se ha producido, son por lo general más seguros y evitan que el animal se agobie y se encuentre parcialmente asfixiado al tirar. Además, los perros que tiran de la correa tienen más riesgo de desarrollar agresividad contra los extraños que encuentran durante los paseos, porque los asocian con cosas desagradables (dolor en el cuello). Por último, algunos collares de cabeza también ofrecen control sobre la boca del perro, por lo que reducen el riesgo de mordiscos. No obstante, si un propietario sabe que su animal tiene un problema de agresividad, es conveniente que utilice un bozal.

¿Qué tipos de collares de cabeza existen?

Existen 2 tipos básicos de collares de cabeza. Los más comunes son los que actúan como las bridas de un caballo: la correa se ata bajo la barbilla y cuando el perro intenta tirar, la cabeza se ladea y se dirige hacia abajo. El principio general es que allí donde va la cabeza se dirige el resto del cuerpo. Existe otro tipo de collares, de uso menos frecuente, en los que la correa se ata detrás de la cabeza. Se cree que utilizan el reflejo del equilibrio, que induce una respuesta en dirección contraria a aquella en la que se aplica la fuerza, por lo que el perro cede después de tirar.

¿Son molestos para los perros estos tipos de collar?

No son agresivos por sí mismos, pero pueden provocar algún tipo de molestia si no se elige el modelo correcto y se acostumbra al perro a llevarlo. Si no se usan correctamente pueden causar problemas de bienestar. A continuación se ofrecen una serie de pasos para conseguir que el perro se acostumbre al collar sin problemas. El error más habitual es pensar que el animal se adaptará de inmediato a la sensación del collar en su cara.

Elegir el collar de cabeza adecuado

Es importante que el propietario dedique un tiempo a probar distintos tipos de collares de cabeza y ver con cual se siente más cómodo el perro. Hay que asegurarse de que la cinta de la nariz descansa sobre el morro sin molestar ni rozar la base de los ojos. En algunas razas no es fácil conseguirlo.

¿Cómo puedo conseguir que mi perro se sienta cómodo con el collar?

1. Inicialmente no hay que poner el collar pensando en sacar al perro a la calle de inmediato. Primero hay que enseñarle el collar, dejar que lo huela y lo investigue e incluso colocar una golosina dentro de la cinta de la nariz para que el animal introduzca voluntariamente el morro a través de la anilla. En la primera toma de contacto no hay que cerrar el collar. El proceso debe repetirse muchas veces para que el perro haga asociaciones positivas.

2. El segundo paso consiste en colocar el collar sin atarlo, retirarlo y premiar al perro. Progresivamente se va aumentando el tiempo que se deja puesto el collar (de uno a varios segundos) y empiezan a darse los premios de forma intermitente. A partir de ese momento se puede empezar a cerrar el collar, asegurándose de que queda bastante suelto y recompensando al animal siempre que se mantenga quieto. Más adelante se empieza a ajustar el collar para que se adapte a la conformación del perro.

3. Una vez que el perro acepta el nuevo collar, se puede aumentar progresivamente el tiempo que se le deja puesto. No debe usarse aún la correa y es necesario evitar que intente quitárselo con las patas. Si el animal lleva el collar puesto y no hace intentos por quitárselo, se le pueden dar unas golosinas como premio. Si lo intenta, hay que interrumpirlo con delicadeza.

4. A partir de este momento se une la correa al collar, se deja en el suelo sin tirar de ella y se repiten los ejercicios anteriores. El objetivo es trabajar para que perro lleve el collar y la correa puestos durante 5-10 minutos. Una vez conseguido, se puede avanzar al siguiente paso: un paseo corto o un juego.

5. La primera vez que se conduce al perro con la correa hay que asegurarse de captar permanentemente su atención. El propietario debe estar animado y hablar continuamente al animal para distraerlo y evitar que intente quitarse el collar. El primer paseo debe ser corto y en el interior de la casa para evitar distracciones. Es recomendable hacer muchos cambios de dirección aplicando una tensión suave a la correa.

6. Cuando este ejercicio se haya repetido muchas veces, el perro estará listo para un paseo real. Las primeras veces es importante mantener una presión ligera en la correa para evitar que el perro baje la cabeza hacia el suelo. Al principio resulta útil llevar otra correa unida al collar normal para tener más confianza. Nunca hay que quitar el collar cuando el perro intente quitárselo, es preferible distraerlo con un pequeño tirón de la correa y esperar que el animal se relaje para retirarlo. En estos casos hay que tomar nota de que quizá se ha intentado avanzar demasiado deprisa. La regla de oro es trabajar a un ritmo que el animal pueda asumir, lo que significa que el adiestramiento completo puede llevar algunos días.

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