Pancreatitis

By Trevor Turner, BVetMed, MRCVS, FRSH, MCIArb, MAE.

¿Qué es la pancreatitis? dog_loweranatomy_spanish_2017-01

El páncreas es un órgano vital que se localiza en la parte derecha del abdomen y tiene dos funciones esenciales:

1. Producir enzimas que ayudan a la digestión de la comida

2. Producir hormonas, como la insulina.

Cuando el páncreas se inflama se produce una enfermedad

denominada pancreatitis que es bastante habitual en el perro. No existe predisposición de edad, raza, o sexo.

Existen dos formas principales de pancreatitis aguda (de aparición rápida).

1. La forma leve, edematosa.

2. La forma más grave, hemorrágica.

Algunos perros se recuperan de un episodio agudo de pancreatitis pero siguen presentando crisis de la enfermedad en un proceso que se conoce como pancreatitis crónica recurrente. La inflamación asociada hace que las enzimas digestivas se extravasen a la cavidad abdominal, lo que puede tener como consecuencia la aparición de lesiones en otros órganos abdominales como el hígado, los conductos biliares, la vesícula biliar o los intestinos.

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¿Cuál es la causa de la pancreatitis?

La causa primaria se desconoce, aunque se sabe que hay factores que contribuyen a su aparición. Con frecuencia se relaciona con comidas ricas en grasas y en algunos casos puede ir asociada a la administración de esteroides. No obstante, algunos perros con pancreatitis no han estado expuestos a ninguno de estos factores.

En condiciones normales, las enzimas digestivas producidas por el páncreas se activan en el intestino delgado. En los casos de pancreatitis estas enzimas se activan prematuramente en el páncreas, lo que provoca la digestión del propio órgano. Los síntomas clínicos son variables y la gravedad del proceso depende de la cantidad de enzima que se ha activado de forma prematura.

 

¿Cuáles son los síntomas clínicos? 

El diagnóstico de la pancreatitis se basa en tres criterios: los signos clínicos, los análisis de laboratorio y las radiografías o el examen ecográfico. La enfermedad se manifiesta frecuentemente con vómitos, nauseas, fiebre, dolor abdominal y diarrea. Si el ataque es grave se puede dar un shock agudo seguido de depresión y muerte. Los análisis de laboratorio revelan por lo general un recuento elevado de glóbulos blancos, que pueden estar aumentados por muchas otras causas aparte de pancreatitis. El aumento de enzimas pancreáticas en la sangre es probablemente el criterio que más ayuda a la hora de detectar una pancreatitis. Las radiografías y la ecografía pueden revelar una imagen de inflamación en la zona en la que se localiza el páncreas. Por desgracia, hay muchos perros en los que la pancreatitis no llega a detectarse con estas pruebas y en algunos casos sólo se consigue un diagnóstico presuntivo.

¿Cómo se trata una pancreatitis?

El manejo correcto de la pancreatitis depende del diagnóstico temprano y de un tratamiento médico rápido. El mejor modo de tratar la forma leve de la enfermedad es dejar descansar el páncreas de su función de digerir y la única forma de "desconectar" el páncreas es mantener al animal en ayunas. Para conservar el equilibrio electrolítico y de fluidos es necesario administrar sueros intravenosos. En ocasiones se administran también antiinflamatorios. Cuando se presenta un shock es necesario administrar fluidos de forma inmediata e intensiva y en muchos casos está indicado el uso de antibióticos.

 

¿Se recuperará mi perro? 

El pronóstico depende del alcance de la enfermedad en el momento en que se manifiesta y de la respuesta favorable al tratamiento inicial. El pronóstico es reservado en los casos de shock y depresión y favorable en la mayoría de las formas leves

¿Puede aparecer algún problema a largo plazo?

Después de una pancreatits grave o recurrente pueden aparecer tres complicaciones a largo plazo. Si se destruye un número importante de células productoras de enzimas digestivas, puede que la digestión no se realice de forma adecuada. En estos casos se instaura lo que se denomina "insuficiencia pancreática" y puede tratarse con la administración diaria de enzimas en forma de cápsulas o polvo junto con la comida. Si se ha destruido un número significativo de células productoras de insulina puede aparecer una diabetes mellitus y en ocasiones es  necesario el tratamiento con insulina. Por último, en raras ocasiones se observan adherencias entre los órganos abdominales. En todo caso, la mayoría de los perros se recuperan sin que aparezcan complicaciones a largo plazo.

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