1. CARDIOMIOPATÍA DILATADA.
¿Qué es la cardiomiopatía dilatada?
La cardiomiopatía es una degeneración del músculo cardiaco que hace que el corazón, que es básicamente una máquina de bombeo, desarrolle una insuficiencia de forma progresiva.
Como resultado de esta degeneración el músculo se vuelve más delgado, en especial en la pared del ventrículo izquierdo, cuya contracción bombea sangre al resto del cuerpo. La presión sanguínea que existe en el interior del corazón hace que esta pared tan delgada se distienda, dando como resultado un ventrículo mucho más grande, lo que se describe como cardiomiopatía dilatada.
¿Con qué frecuencia se da esta enfermedad?
La cardiomiopatía dilatada es la causa más frecuente de insuficiencia cardiaca en razas grandes como Boxers, Dobermans, Gran Daneses etc. Ocasionalmente afecta a razas medianas como Cocker Spaniels, Springer Spaniels y Pastores Alemanes. Las razas pequeñas sólo se ven afectadas esporádicamente.
Mi perro se ha vuelto muy lento de repente y el veterinario dice que tiene CMD. ¿Puede evolucionar tan rápido?
La cardiomiopatía dilatada puede tener una aparición brusca. Algunos perros desarrollan insuficiencias cardíacas graves en tan solo unas horas. Los primeros síntomas son respiración agitada, lengua azul, salivación excesiva y pérdida de conocimiento.
¿Cómo se diagnostica esta enfermedad?
Antes de llegar al diagnóstico de cardiomiopatía dilatada se realizan distintas pruebas para evaluar diversos aspectos de la función cardiaca.
1. Auscultación. Consiste en evaluar los sonidos cardiacos mediante un fonendoscopio. Permite identificar soplos como consecuencia de un cierre defectuoso de las válvulas y valorar su localización e intensidad. Además se pueden detectar ritmos cardiacos anormales (arritmias) y también se estudian los sonidos pulmonares. La auscultación ayuda a entender qué es lo que esta pasando en el interior del tórax, ya que en muchas enfermedades cardiacas también están afectados los pulmones.
2. Pruebas de laboratorio. Incluyen análisis de sangre y orina. No dan información directa sobre la función cardiaca pero ayudan a descubrir otros problemas del organismo que pueden contribuir a ella e influir en el tratamiento.
3. Radiografías. Las radiografías de tórax permiten evaluar los pulmones además del tamaño y la forma del corazón. La cardiomiopatía dilatada suele producir un aumento del tamaño del corazón, en especial del lado izquierdo, que es muy evidente en las radiografías.
4. Electrocardiograma (ECG). Es una prueba que se basa en la actividad eléctrica del corazón. Permite determinar de forma precisa la frecuencia cardiaca y detectar anomalías en el ritmo que podrían haberse pasado por alto en la auscultación.
5. Examen ecográfico (ecografía). Permite hacer mediciones muy precisas del tamaño de cada cámara del corazón e incluso medir el grosor de las paredes cardiacas. Las imágenes se reproducen en un monitor en el que se ven y se evalúan las contracciones del corazón. También pueden tomarse algunas medidas que permiten determinar la verdadera potencia de la contracción cardiaca para compararla con la de un animal sano. Actualmente la ecografía es una técnica muy extendida en la clínica veterinaria.
La combinación de todas estas pruebas es lo que nos permite evaluar con mayor fiabilidad la función cardiaca de su perro. No obstante, un examen cardiaco completo puede resultar bastante caro.
¿Cuál es el tratamiento?
Para tratar la cardiomiopatía dilatada se pueden utilizar diversos fármacos. La estabilización inicial se basa en la administración de:
1. Diuréticos. Son fármacos que estimulan los riñones para que eliminen el exceso de fluidos del cuerpo. La furosemida es el más utilizado, aunque en determinadas circunstancias se pueden utilizar otros.
2. Glucósidos digitálicos. Mejoran la función cardiaca por diversos mecanismos. Principalmente se utilizan para disminuir la frecuencia cardiaca y reforzar las contracciones del corazón de forma que el bombeo de la sangre sea más eficaz.
3. Bloqueantes enzimáticos, también llamados inhibidores de la ACE (enzima conversora de angiotensina). Actúan sobre la presión arterial y la insuficiencia cardiaca mediante el bloqueo de algunas enzimas que tienen efectos adversos sobre el corazón. En la actualidad son unos de los fármacos más potentes que más se utilizan en determinadas formas de enfermedad cardiaca, incluyendo la CMD, que requieren una disminución de la presión sanguínea.
4. Vasodilatadores. Estos fármacos dilatan las arterias o las venas del organismo de forma que el corazón no tiene que generar tanta presión para bombear la sangre a todo el cuerpo. Son eficaces en el tratamiento a largo plazo para estabilizar los pacientes con CMD.
5. Broncodilatadores. Ayudan al pulmón afectado por el acúmulo de líquido debido a la insuficiencia cardiaca y facilitan la respiración.
Después de todas estas pruebas y tratamientos, ¿hay alguna garantía de que mi perro vaya a vivir mucho más tiempo?
Esta pregunta no se puede responder con certeza. Los perros no son personas y tan pronto como se encuentran bien quieren seguir con su estilo de vida normal. Por eso, si su animal era un perro normalmente muy activo o excitable es importante que lo controle más. Los resultados de las pruebas permiten un diagnostico bastante preciso y la respuesta inicial al tratamiento es un buen indicativo del grado de éxito que podemos conseguir. Si no hay respuesta durante las primeras horas o días de tratamiento el pronóstico no es bueno. Por lo general, los perros que se estabilizan rápidamente viven durante unos meses, pero el pronóstico a largo plazo es reservado.