¿Por qué son importantes el juego y el ejercicio para mi perro?
Jugar con los propietarios y con otros perros no sólo proporciona ejercicio al perro sino que también satisface sus necesidades sociales. La falta de ejercicio puede contribuir a problemas como la hiperexcitabilidad, el comportamiento destructivo, la búsqueda constante de atención, la vocalización excesiva (ladridos), etc. Es especialmente importante asegurarse de que el perro ha hecho suficiente ejercicio antes de dejarlo solo en casa.
¿Cuál es la mejor forma de jugar y hacer ejercicio con mi cachorro?
Pasear al perro es una buena forma de hacer ejercicio. Desde que son muy pequeños hay que acostumbrarlos al collar y a la correa. Se puede empezar a practicar en casa o en el jardín y hay que mantener al cachorro apartado de perros vagabundos y parques hasta que se haya completado el programa de vacunación.
Los juegos pueden ser una actividad divertida tanto para el animal como para el propietario. Además, no sólo sirve para que el cachorro haga ejercicio, también favorece las interacciones positivas. Las sesiones de adiestramiento son otra forma de pasar tiempo con el perro y, de paso, conseguir un mayor control sobre él.
¿Qué cantidad de juego y ejercicio es la adecuada?
La cantidad y el tipo de juegos y de ejercicio que necesita un perro dependen principalmente del tipo de perro. Los cachorros e incluso los perros adultos de razas que se han seleccionado por resistencia o para "trabajar", suelen necesitar más cantidad de ejercicio. En el caso de razas puras, hay que tener en cuenta el trabajo para el que se seleccionaron para decidir el tipo de juegos y la cantidad de ejercicio que necesitan. Por ejemplo, para perros cobradores de caza (como el labrador) son más adecuados los juegos que consisten en buscar y traer objetos o lanzarles un disco volador, mientras que los perros de trineo prefieren tirar de los objetos o correr si el propietario es muy activo.
En definitiva, la duración y el tipo de juego o ejercicio para un perro en concreto dependen de sus necesidades y de su salud. Algunos perros no tienen suficiente con correr 8 km. y otros se cansan y se quedan satisfechos simplemente con dar la vuelta a la manzana.
¿Cómo puedo mantener ocupado a mi perro mientras estoy fuera?
Cuando el propietario está fuera o está en casa ocupado en otras actividades, lo ideal es que el perro esté relajado y dormido, pero no siempre es posible. Investigar el entorno, buscar comida, sacar cosas de la basura y mordisquear objetos son algunas actividades que los perros hacen para distraerse. Por eso, aún cuando se esté seguro de que el animal ha jugado y ha hecho suficiente ejercicio, hay que facilitarles juguetes y distracciones para mantenerlos ocupados cuando se quedan solos. Algunos perros se comportan bien cuando tienen la compañía de otro animal, otros prefieren objetos para masticar o juguetes con comida en el interior para mantenerse ocupados.
¿Qué tipos de juego hay que evitar?
Es recomendable evitar los juegos en los que el propietario compite en fuerza con su perro. Los juegos de lucha con una cuerda son divertidos y ayudan a los cachorros a dirigir el mordisqueo hacia un objeto "admitido" y no a las manos o la ropa. Sin embargo, algunos cachorros se excitan demasiado y se vuelven demasiado agresivos durante este tipo de juegos. Lo mejor es evitar los juegos de lucha con cuerda (o similares) a menos que sea el propietario el que decide siempre cuando empieza y termina la sesión de juego.
Los juegos de persecución o caza son buenos ejercicios, pero también hay que tener prudencia porque pueden descontrolarse fácilmente. De nuevo, lo más recomendable es utilizar este tipo de juego únicamente si es el propietario el que los inicia y siempre que sea capaz de detenerlos de inmediato si el animal pierde el control. Muchos perros pueden aprender a jugar a "esconder y buscar" sin excitarse demasiado y otros prefieren buscar sus juguetes para llevárselos al propietario.
La mayoría de los cachorros, incluso los que no nacen con el instinto inherente de devolver las piezas, pueden aprender a devolver los objetos que les tiramos. Para enseñarles esta conducta es necesario adiestrar al cachorro en tres actividades: ir a coger el juguete, regresar y soltarlo para que se lo pueda volver a tirar. Hay que utilizar un juguete que sea del agrado del perro y lanzarlo a una distancia muy corta (20-40 cm). A continuación se anima al perro a ir a por él y, si lo coge con la boca, se le alaba y se le dice "muy bien". En ese momento el entrenador se retrasa unos pasos, palmea las manos y anima al perro a que vuelva, manteniendo un tono de voz agradable durante todo el proceso. Cuando el animal vuelve hay que darle la orden "da" o "suelta" y enseñarle otro juguete o un trocito de comida. Si se repite esta secuencia una y otra vez, el adiestramiento se convierte en juego y la comida y los elogios dejan de ser necesarios, ya que el juego en sí es premio suficiente.