Problemas de Eliminaci?n en Perros - Perros

By Trevor Turner, BVetMed, MRCVS, FRSH, MCIArb, MAE.

¿Por qué hace mi perro sus necesidades en casa?

Hay muchas razones por las que un perro puede ensuciar la casa con orina o heces. Determinar la razón específica es esencial para desarrollar un programa de tratamiento eficaz. Si el perro ensucia la casa continuamente o de forma intermitente desde que llegó, probablemente no ha recibido un adiestramiento correcto.

Los perros que sí están bien enseñados, pueden empezar a eliminar en la casa  por problemas de comportamiento (cambios en los horarios, mudanzas o cualquier cambio en la casa que pueda causar ansiedad al animal) o de salud (véase más adelante).

¿Por qué encuentro orina en objetos verticales?dog_urine_orina_en_objetos_verticales

El marcaje en perros suele consistir en la deposición de orina en objetos verticales y es más probable que se produzca cerca de olores no familiares o sobre el marcaje de otros perros. El volumen de orina en estos casos suele ser pequeño. Este problema es mucho más habitual en machos enteros, pero algunos machos castrados o hembras esterilizadas también pueden marcar. Los niveles de hormonas masculinas, la presencia de otros perros en la propiedad, un cambio de domicilio, los muebles nuevos o un estrés elevado pueden desencadenar el marcaje con orina.

¿Por qué orina mi perro cuando conoce gente nueva o cuando yo llego a casa?

Existen dos tipos específicos de eliminación inadecuada (orinar por sumisión y por excitación) que se distinguen de otros problemas de eliminación porque, en los primeros, el perro deja de tener control sobre su conducta. Cuando la conducta obedece a una actitud de sumisión, se presenta en el momento en que una persona se acerca al animal, lo mira fijamente o intenta aplicarle un castigo físico. A parte de orinar, el perro puede mostrar otros signos de sumisión, como echar las orejas hacia atrás, retraer los labios, evitar el contacto visual o encogerse. Aunque este problema puede darse en perros de todas las edades, es más frecuente en cachorros y hembras jóvenes. Los castigos o las reprimendas por parte del propietario sólo sirven para agravar el problema: hacen que el perro sea más sumiso y por tanto que orine más.

Cualquier acontecimiento excitante, en especial las muestras de afecto o los saludos de bienvenida hacia el perro, puede hacer que el animal orine por excitación. Estos perros también pueden ser demasiado sumisos, pero no necesariamente ha de ser así.

¿Qué problemas médicos pueden hacer que el perro orine en casa?

Hay numerosos problemas médicos que pueden provocar una eliminación inadecuada o contribuir a ella. Por lo general, su frecuencia aumenta a medida que el animal va envejeciendo. Cualquier enfermedad que produzca un aumento en la frecuencia de micción (como infecciones, cálculos o tumores en la vejiga), disminuya el control o la movilidad (problemas neurológicos o artritis) o provoque un aumento en el volumen de orina (enfermedades de los riñones o el hígado, diabetes o enfermedad de Cushing), puede contribuir a que el animal haga sus necesidades en casa. Además, ciertos medicamentos (por ejemplo los corticosteroides) hacen que el animal beba más y por lo tanto que orine más.

Las causas médicas que pueden hacer que el animal defeque dentro de casa y que deberían descartarse antes de pensar en un problema de conducta, comprenden las enfermedades que aumentan la frecuencia de eliminación (como las colitis), las que aumentan el volumen de heces (problemas en la absorción o falta de enzimas digestivas) y las que afectan a la movilidad y el control (problemas neurológicos o artritis).

¿Cómo puede establecerse la causa de este problema?

Lo primero que debe hacerse en estos casos es un examen físico y una revisión de la historia médica. En la mayoría de los casos también es necesario hacer análisis de sangre y de orina y en función de los resultados puede ser necesario realizar radiografías u otras pruebas más específicas. Una vez descartados los problemas médicos hay que analizar el problema con detenimiento, teniendo en cuenta todas las causas citadas anteriormente.

¿Cómo se puede tratar?

Las técnicas de adiestramiento para perros que ensucian la casa son esencialmente las mismas que se utilizan para adiestrar un cachorro. Aun así, incluso si los perros son adiestrados para hacer sus necesidades fuera, pueden continuar eliminando dentro de casa porque el olor, el sustrato y el hábito aprendido continúan atrayéndolos. Además, la eliminación dentro de casa es un comportamiento que se autorefuerza ya que se alivian y no se dan cuenta de que la zona que han utilizado no es la adecuada.

La clave para un adiestramiento eficaz es la supervisión constante. Hay que evitar el acceso a las zonas de la casa en las que el animal hace sus necesidades y corregirle suavemente, con un sonido agudo como el de un silbato o una alarma, si se le ve eliminando en una zona inadecuada. Esto debería interrumpir la conducta y permitir al propietario llevarle a un lugar apropiado. Las conductas adecuadas han de reforzarse con halagos abundantes o comida. Si se utiliza una palabra específica antes de que el perro haga sus necesidades, pronto aprenderá a eliminar cuando se le dice esa palabra. Cuando el propietario no se encuentre en casa para supervisarlo, es conveniente confinar al perro en una zona en la que no suela hacer sus necesidades (habitación o jaula) o en una zona en la que esté permitido (área con papeles, terraza, jardín).cama

Debería restringirse el acceso del perro a las zonas en las que previamente ha hecho sus necesidades, a menos que haya alguien presente para supervisarlo. Para evitar el acceso a estos lugares se pueden cerrar puertas, instalar puertas para niños o utilizar trampas. Los olores que atraen al perro pueden reducirse o eliminarse con productos  comerciales.

Para que el control de la situación por parte del propietario sea más fácil, se pueden regular los horarios de las comidas. Después de comer, un perro necesita entre 15 y 30 minutos para hacer sus necesidades. Si tiene acceso permanente a la comida, es probable que necesite aliviarse varias veces durante el día, mientras que si recibe una o dos comidas al día, eliminará de forma más predecible.

Si el perro tiene menos control sobre sus esfínteres debido a un problema de salud, es necesario adaptar los horarios. Algunos propietarios pueden organizarse de modo que dispongan de más tiempo para paseos, pero si no es así, hay que buscar otras alternativas, como poner una puerta para perros (en casas con jardín), habilitar una zona para que el perro haga sus necesidades o buscar a alguien que pueda sacarlo a pasear.

Cuando existe la sospecha de una degeneración cognitiva relacionada con la eliminación, pueden administrarse fármacos como complemento de las técnicas de readiestramiento.

Los perros que eliminan en su propia manta o cama suponen un problema especial. En estos casos es recomendable consultar con un especialista.

¿Cómo se puede tratar la ansiedad por separación?

Para intentar diferenciar un problema de eliminación inadecuada de la ansiedad por separación, resulta muy útil que el propietario tome nota puntualmente de las circunstancias en las que se produce la conducta. Si el animal hace sus necesidades cuando se ausenta el propietario, debe plantearse la posibilidad de que se trate de un problema de ansiedad por separación. Si este es el caso, el tratamiento no sólo debe dirigirse a restablecer los hábitos de eliminación adecuados, sino también a la ansiedad subyacente. En los casos en los que la ansiedad es un factor importante, puede ser útil administrar fármacos. Hay que insistir en que aplicar un castigo cuando se llega a casa es inútil para corregir un problema que ocurrió durante la ausencia del propietario, pero sí sirve para aumentar la ansiedad en el futuro.

¿Cómo se puede tratar la micción por sumisión o por excitación?

Para los perros que orinan por una sumisión excesiva, el propietario y todas las visitas tienen que interaccionar con ellos de forma menos amenazadora. Es importante establecer qué nivel de amenaza desencadena la respuesta y utilizarlo como punto de referencia. Las respuestas de sumisión pueden disminuirse agachándose y hablando suavemente, acariciando el pecho en vez de la cabeza y dejando que sea el perro el que se acerque al dueño. Hay que evitar los castigos, incluso las reprimendas leves, ya que empeorarían la situación al intensificar el miedo y la conducta sumisa. Al principio, el propietario debería evitar al perro durante las bienvenidas o saludos, incluso evitar el contacto directo con la mirada. El contra-condicionamiento puede ser muy útil, ya que se enseña al animal a manifestar un comportamiento que no es compatible con orinar, como hacer que se siente o que traiga un juguete.

Si la micción se debe a que el perro está demasiado excitado, deberían evitarse los estímulos que inician la conducta. Durante los saludos, los propietarios y los invitados han de evitar el contacto visual, verbal o físico hasta que el perro se calme. Además pueden ser útiles las técnicas de distracción, el contra-condicionamiento o el uso de medicación. Hay que tener cuidado cuando se dan las recompensas, ya que darlas en momentos inapropiados puede aumentar la excitación del perro y reforzar el problema de comportamiento.

En casos difíciles se puede plantear la posibilidad de utilizar medicamentos para aumentar el tono de los esfínteres de la vejiga, junto con la terapia de comportamiento. En estos casos es necesario un examen médico previo muy minucioso.

Otra forma de tratar la excitación exagerada cuando hay visitas consiste en presentar repetidamente el estímulo al animal para que aprenda la respuesta correcta. Si las visitas son poco frecuentes, el perro no tiene la oportunidad de aprender una conducta nueva. Organizando las visitas para que sean cortas y muy repetidas, el animal aprende a estar más tranquilo y menos sumiso y tiene la oportunidad de "practicar" la nueva conducta, que puede ser reforzada por el propietario.

La castración reduce el marcaje en machos en un 85% de los perros y lo elimina en más de un 50% de los casos. También está recomendado esterilizar a las hembras que marcan cuando están en celo. El propietario tiene que recompensar al perro por marcar fuera de casa, donde está permitido. Si se adquieren objetos verticales nuevos no se deberían poner en el suelo hasta que el perro no se haya familiarizado con ellos. Durante este readiestramiento, el propietario debe supervisar muy de cerca al animal, y cuando no puede debería confinarlo en una habitación o una jaula, lejos de zonas en la que ha marcado previamente. También se pueden colocar trampas en las zonas que marca. Si la ansiedad es un factor subyacente en el marcaje, el contra-condicionamiento y la desensibilización pueden ser muy útiles, y en estos casos no se deben utilizar trampas.

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